QUISQUEYA INTERACTIVA

domingo, febrero 18

DOMINICO CABRAL: LOS VAHIDOS DE LAS ALTURAS (I)

De Arq. Miguel Francis*
Mi primera visita a la Fortaleza Ozama, la hice cursando la asignatura “Restauración de Monumentos” que impartía el arquitecto Teódulo Blanchard, en el primer lustro de los setentas. Muchos de mis compañeros estudiantes subieron a la Torre del Homenaje de la edificación colonial, pero yo no pude hacerlo. Recuerdo que al iniciar el ascenso, luego de cinco o seis peldaños subidos, tuve que regresar por la sensación tan desagradable que sentí en mi cuerpo debido al temor a las alturas. Me sentí avergonzado ante las muchachas que sí subieron. Otra experiencia desagradable relacionada con las alturas, me sucedió en el Palacio de los Deportes. Diez años después de la vergüenza de la Fortaleza Ozama, fui llamado, como profesional de la construcción, a hacer una evaluación de los daños en el techo del palacio de los Deportes que provocaban las filtraciones de agua de lluvia. Parado en el centro del círculo que definen los asientos, en el nivel de la cancha, observé el techo junto a mi acompañante; luego ascendimos por los escalones de la gradería, para tener una visión más cercana. Mientras ascendía no tuve que mirar hacia atrás, no era necesario, pero luego de llegar al nivel más alto, al intentar descender por el mismo camino de ascensión, no pude hacerlo: debí tomar el ascensor. El temor a las alturas puede impedir la subida, también puede impedir la bajada, luego de estar arriba. Pero lo más perjudicial es, cuando estando arriba no se sabe como bajar: la mente se obnubila y hace cometer errores muy perjudiciales, no solo para uno mismo, sino para los demás.
Con la última frase, parecería que el enfoque conceptual se sale del contexto patológico en que se citan mis vivencias docente y profesional. Es cierto: esta frase le da calidad ilustrativa a la totalidad del párrafo y a continuación nos sumerge en el aspecto puramente ético. En este aspecto es que trataremos algunas actuaciones del Cónsul dominicano en la ciudad de Boston Dr. Domínico Cabral.

El Dr. Domínico Cabral fue nombrado Cónsul dominicano en la ciudad de Boston en el año 2004, luego de quedar posesionado el gobierno del partido de la Liberación Dominicana. Suponemos que la decisión de su nombramiento se debió a su condición de presidente de la Seccional de Nueva Inglaterra, máximo organismo de dirección en el área. En este organismo, el Dr. Cabral siempre tuvo el apoyo político de, al menos, seis de los ocho miembros (incluyéndolo a él); pero como las alturas afectan, desde el mismo mes de Agosto del 2004, comenzó a cambiar, sin causas aparentes, su actitud hacia los cinco compañeros que lo sustentaban. Hoy, a casi tres años de aquel Agosto, Domínico Cabral esta comenzando a sentir los vahídos de las alturas. A continuación (en el próximo articulo) detallaré una serie de situaciones donde quedarán expuestas las razones por las que creo que el “estrallón” no será blandito.

Miguel2202@hotmail.com
**El Arquitecto Miguel Francis es presidente del Comité Intermedio del PLD en la ciudad de Lynn, Massachusetts y miembro de la Seccional de Nueva Inglaterra.

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